Voy a contarles un relato porno real, de como al fin pude ver a mi esposa follando con otro hombre. 15 años, ese es el tiempo que mi esposa y yo llevamos casados, se dice pronto, parece que fue ayer cuando nos conocimos en aquel bar de pueblo durante las fiestas patronales.
En estos 15 años han pasado muchas cosas, rachas buenas y malas pero siempre hemos sabido salir adelante con nuestros problemas de pareja, el sexo, caso que nos ocupa, siempre ha sido una de nuestras prioridades, nos consideramos una pareja clásica pero muy ardiente, nos gusta probar cosas nuevas, hasta cierto punto, y tenemos claro que mientras la llama del deseo siga encendida nuestra relación irá viento en popa.
El pasado invierno no pasamos por nuestra mejor racha, todo sea dicho, entre el estrés laboral de ambos, llegar cansados a casa y algunos problemas familiares, dejamos el sexo algo abandonado, entramos en una peligrosa rutina donde hacer el amor se convirtió en casi una obligación y no disfrutábamos como antes, pero esto tenía que cambiar, por el bien de la pareja, teníamos que hacer algo para revertir la situación y volver a incentivar nuestro apetito sexual.
Relato porno: Ver a mi esposa follando con otro hombre
Una noche nos tumbamos a hablar tranquilamente sobre la cama, salió el tema del sexo y decidimos dar un vuelco a la situación, acordamos escribir en un papel nuestras fantasías sexuales y leerlas por separado, analizarlas y ver si era posible llevarlas a cabo.
Mi Fantasía sexual
Lo tenía claro, amo a mi pareja, la quiero más que nada en el mundo, pero últimamente no sentía ese deseo sexual que habíamos mantenido hasta la fecha, mi fantasía era algo peligrosa y tenía miedo de perderla pero me decidí a contárselo, quería verla follar con otro hombre. Quería sentirme atraído por ella otra vez aunque para ello tuviera que sufrir un poco y retorcerme de celos, lo necesitaba.
Su fantasía sexual
Por increíble que parezca, y aseguro que no me lo podía imaginar, mi mujer escribió sobre el papel una fantasía muy similar a la mía, en su caso le gustaría hacer un trío conmigo y otro hombre pero no le importaría incluir a una mujer.
Llegamos a un acuerdo
Tras analizar y debatir ambos casos decidimos decantarnos por la primera opción, mi fantasía sexual, que ella se desinhibiera con otro y yo fuera testigo directo de la aventura, eso si, otro día, si todo salía bien, pasaríamos a cumplir su fantasía e incluiríamos una mujer y por supuesto mi participación.
Llegó el día de ver follar a mi mujer
Estaba nervioso, creo que más que ella, había quedado con un chico de 34 años por internet, nos habíamos intercambiado fotos, yo le envié algunas de mi mujer desnuda posando hermosa sobre la cama, él nos envió fotos de su cuerpo y su pene en erección, mi mujer había dado el visto bueno y no había marcha atrás.
A eso de las 10 de la noche sonó el timbre, Rafa estaba allí, con su 1,90 de estatura y su cuerpo atlético esperando en la puerta;
- “Pasa y ponte cómodo, en un momento saldrá mi mujer que se está preparando para la ocasión.”
Rafa parecía un chico tímido pero supongo que seria por el corte de tenerme frente a él e imaginarse que en pocos minutos estaría follando con mi esposa mientras yo no quitaría mi vista de encima ni un solo instante.
De repente y mientras estábamos rompiendo el hielo hablando de la última película de Jennifer Lawrence, mi mujer entró en el salón, estaba más bonita que nunca, joder, por un instante pensé seriamente mandar a aquel desconocido a casa y quedarme yo solo con aquel bombón. Hacía mucho tiempo que no la miraba con esos ojos, estaba radiante, con una maravillosa sonrisa, estrenando lencería erótica, con un picardías con liguero que ensalzaba su perfecta figura, Rafa se quedó tan sorprendido que no pudo articular palabra, ambos nos miramos y suspiramos a la vez.
Mi mujer se acercó a Rafa, le dio dos besos y los tres pasamos a nuestra habitación, yo me senté en una silla frente a la cama y les pedí que olvidasen que estaba presente, quería verlos sin tapujos ni cohibiciones, que fluyera el deseo sexual y así poder encontrarme con mis sentimientos y enfrentarme a la realidad.
Poco a poco los dos empezaron a sentirse cómodos, al principio mi mujer me miraba buscando mi reacción, creo que pensaba que me echaría atrás en el último momento y mandaría al chaval a su casa de un puntapié, pero no fue así, yo me encontraba excitado al ver a mi esposa follando con otro hombre, me estaba gustando verla tan sexy y morbosa y quería más.
Empiezan los tocamientos, Rafa toca suavemente los pechos de mi mujer mientras la besa, por cierto, son enormes los pechos de mi señora, no me extrañó en absoluto que el chico se centrase en ellos con tanto esmero y atención, sus pezones se pusieron duros como garbanzos y el pene de Rafa erecto como el mástil de una bandera.
Mi mujer estaba muy excitada, los dedos de Rafa tocaban su clítoris con delicadeza humedeciéndolo más y más en cada pasada. Ella no aguantaba más, le bajó los pantalones al chico, quería ver su polla dura y saborearla, la metió en su boca y empezó a chupar, en ese momento, cuando vi a mi esposa con la enorme polla de Rafa metida entera en su garganta noté mi rabo duro en el pantalón, me estaba excitando ver como se la chupaba a un desconocido con tanta pasión.
Fueron varios minutos de felación, jugando con su lengua y tragando su gorda polla hasta que las pelotas tocaban en su barbilla, no os había comentado que mi mujer es una experta felatriz y sus mamadas me llevan al orgasmo más absoluto y brutal.
Por un momento quise levantarme y unirme al acto sexual pero no sería justo, aquel era el día de mi mujer, era su fantasía (y la mía era ver a mi esposa follando con otro hombre) y no quería estropear el momento, además me estaba gustando tanto que quería “disfrutar sufriendo” sin poderme acercar, solo observando desde la cercana lejanía de aquella incómoda silla.
Llegan las posturas y el primer orgasmo de mi mujer
Rafa se pone en pie, coloca a mi esposa en postura perrito sobre el borde de la cama e introduce su mástil en su mojado conejito deseoso de sexo. Mi mujer empieza a gemir, da gritos de placer sintiendo aquella tranca en su interior y pide más fuerza con palabras obscenas, fóllame joder, fóllame, entre esas duras embestidas llegó su primer orgasmo, lo supe por la forma en la que se agarró a las sábanas y las estrujó entre sus manos.
Cambiaron de postura, Rafa se tumbó sobre la cama y mi mujer volvió a hacerle una pequeña pero intensa felación, le encanta chupar, para poco más tarde subirse sobre él en cuclillas y cabalgar su pene saltando hasta que su enorme y carnoso culo tocaba sobre sus piernas con ese sonido tan característico del golpeteo carnal.
Y allí seguía yo, siendo testigo de excepción de la primera aventura de mi mujer con un desconocido, yo, el cornudo consentido, tenía sentimientos encontrados pero estaba disfrutando hasta límites insospechados, mi erección se mantenía y casi me corría de placer con tan solo ver a mi esposa follando con otro hombre, mi fantasía sexual se estaba cumpliendo.
Llegó el momento de terminar
Fueron varios los orgasmos que experimentó mi mujer a lo largo de todo el polvo, mientras tanto, Rafa seguía disfrutando y aguantando como un campeón, hasta que ya no pudo más y tenía que darle un buen final, mi esposa se tumbó boca arriba apretándose los pechos y Rafa colocó su miembro sobre ellos para descargar toda se leche, un final con cubana incluída era un buen final.
Tumbada y relajada sobre la cama, así quedó mi esposa mientras el chico se ponía la ropa y abandonaba la casa, él con la satisfacción de haber follado con una señora espectacular, yo por mi parte quedé tan agradecido a mi esposa por el espectáculo que me acababa de brindar, que me bajé los pantalones y nos pusimos a follar, fue sin duda el mejor polvo que hemos gozado como matrimonio, necesitábamos un cambio en nuestra rutina y lo encontramos, dejamos de lado nuestros miedos y volvimos a encontrar el camino para una larga vida juntos con la misma pasión del primer día.
Desde entonces ya estamos pensando en organizar un cuarteto, esta vez me toca a mi también disfrutar del cuerpo de una desconocida mientras mi mujer sigue siendo follada sin cesar.
Se que este tema de ver a mi esposa follando con otro hombre es algo que muchos desean, otros están en duda, pero yo de verdad les digo que es algo estupendo que deben intentar probar alguna vez en su vida.
Relato erótico anónimo de como pude ver a mi esposa follando con otro hombre
Imágenes incrustadas en este relato erótico son nada mas de caracter ilustrativo
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