Me presento, mi nombre es Roberto y actualmente tengo 43 años, mi esposa se llama Sara y tiene 39. Aunque mi esposa ya está rondando los 40 tiene un físico que ya quisieran muchas mujeres. A continuación les narraré esta historia para los amantes de los relatos de trios.
Llevabamos una temporada los dos en lo que al sexo se refiere que habíamos caído un poco en la rutina, no somos nada conservadores pero tampoco se nos habia pasado por la cabeza el ser un poco mas liberales.
Sin embargo los últimos meses habíamos buscado nuevas formas de excitación.
Teniamos varios videos porno y eróticos que veíamos antes de hacer el amor. Casi siempre eran de parejas pero también a veces de orgías, de trios, lesbianas, eso si nos excitaba y nos ponía a los dos muy calientes. Ya tanto video porno dio pie a otras cosas, hablando de nuestras fantasías sexuales descubrí que a mi mujer si le podría gustar ser follada por dos hombres a la vez.
Una noche mientras me la estaba follando, entre la excitación le dije si le gustaría ser follada por otra polla al mismo tiempo. Entre gemidos y un alto estado de excitación me dijo que si. Lo hablamos y planeamos como hacerlo. Era nuestra primera experiencia en ese sentido.
Aquí relato un trio entre mi esposa, un amigo y yo
Un viernes por la noche mi esposa y yo invitamos a cenar a nuestra casa a un par de amigos, Lorena y Marcial. Estuvimos cenando y bebiendo vino y mientras veiamos la televisión. Luego de terminar la cena nos tomamos unas copitas todos. Eran ya las 12 de la noche cuando Lorena dijo que tenía que irse que al día siguiente madrugaba.
Nos quedamos los tres solos y nos fuimos a la sala. Decidimos ver una película mientras tomabamos otros tragos más para terminar la botella de whisky. Entre las risas y todo mi esposa puso sin querer una película erótica. Nos dimos cuenta a los 5 minutos que las escenas empezaban a subir de tono. Nosotros bromeabamos y decíamos lo que iba pasar, que si se la folla por detrás, que si le hace una mamada…
El caso es que a los 15 minutos los tres estabamos ya bastante bebidos y excitados por la película.
Mi esposa me hizo un gesto y los dos miramos al paquete de Marcial que sin duda había aumentado considerablemente de tamaño. El nos miró a los dos con cara sorprendida, pero mas se sorprendió cuando mi esposa con su mano empezó a pasarla por su paquete. Yo mientras tanto me puse detrás de mi esposa y comencé a acaricarle sus pechos, sus pezones comenzaban a ponerse duros poquito a poco.
Ante el asombro de Marcial mi mujer le desabrochó la cremallera y sacó su polla, no era muy grande pero si gruesa. Mi mujer se la llevó a la boca y comenzó a lamersela lentamente.
Los tres en el sofá, mi esposa sobre la polla de Marcial, comiendosela todita, yo le fui bajando los pantalones a Sara y le quité sus braguitas y empezé a lamerle su coñito por detrás mientras ella hacía la mamada a Marcial.
Mi pene estaba duro, Sara me dijo, metemela Roberto. Yo no tardé nada en colocar mi polla dentro de su coño y empezar a embestirla. Ella cada vez estaba mas excitada, Marcial empezó a reaccionar y con sus manos manoseaba los pechos de Sara, los acariciaba una y otra vez.
Nos colocamos bien y Marcial se puso debajo de los pechos de Sara y empezó a comerselos, mientras mi pene entraba y salía de su coño, cada vez mas fuerte y más rapido. Le empujaba fuerte hasta que mis huevos chocaban con su culito. Mis manos le daban cachetes en sus pompas mientras Marcial mordisqueaba sus pezones.
Ella estaba en un éxtasis total, yo estaba excitado de ver como ella estaba disfrutando tanto.
Sin embargo cuando mas disfrutó fue cuando sintió como la polla de Marcial se acercaba a su coño. Ella se la metió toda dentro y empezó a cabalgar sobre el. Pronto se colocó bien para sentir como mi pene entraba poco a poco y sentir dos pollas dentro de su gran coño. Uno tras otro le embestiamos con nuestras pollas para darle todo el placer que ella quería.
No tardamos en corrernos y ella agotada se recostó sobre el sofá y se quedó mirandonos. Agarró la polla de los dos y siguió haciendonos una rica paja, sus manos apretaban fuerte y subía y bajaban hasta los huevos. Se veía que disfrutaba mucho del momento, cuando estabamos a punto ya de corrernos ella se movió y dejó que nuestra lechita saliera y regara sus pechos.
Fue un momento delicioso ver como se acariciaba sus pechos embarrados de la leche. Marcial y yo empezamos a lamerle sus pezones, mientras ella con su mano acariciaba su coño, a lo que yo me fui y con mi lengua comenzé a lamerle sus labios, a meter mi lengua hasta el fondo de su chochito ricok, mientras Marcial le comía las tetas sin parar ni un momento.
Su coño estaba palpitando cada vez con mas intensidad, sus piernas se movían al compás de mi lengua entrando y saliendo de su coñito. Estaba ya a puntito de llegar al orgasmo, ahí retiré mi polla y se la metí de golpe al fondo de su coño y empezé a darle fuerte y duro hasta el fondo, no tardó mucho en tener un orgasmo y mientras yo terminaba ella tuvo el segundo.
Terminamos ese momento sobre las 2 de la mañana, cansados pero satisfechos de la experiencia.
– Relato anónimo enviado por Roberto…-
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