Relato erótico de como tuve sexo con la vecina de enfrente

Esta es la segunda parte y continuación del relato de como pillé a mi vecina con sus juguetes sexuales

Todavía pensando en los gemidos de placer de mi vecina abrí la puerta y apareció justo frente a mi con una deliciosa sonrisa dibujada en su rostro. Sin poder contenerme mis ojos la recorrian una y otra vez absorviendo cada detalle de ese maravilloso espectáculo. Sonriendo me mostró la botella de vino y me pidió que le ayude a destaparla.

Por supuesto, le dije, y la invité a pasar. Llevaba puesto una salida de baño de seda que apenas lograba cubrir sus nalguitas deliciosas mostrando sus piernas bronceadas mientras caminaba descalza sobre la alfombra. A través de la tela se dibujaban sus pezones duritos y deliciosos, y su pronunciado escote dejaba ver sus senos.

Sin el menor reparo se inclinaba mientras caminaba por mi sala para dejarme ver un diminuto hilo que con dificultad cubría su conchita y desaparecía entre sus nalguitas deliciosas. Yo sentía como se me paraba sin poder evitarlo, me la acomodaba para disimular un poco pero no lo lograba, ella sabía exactamente lo que hacía.

Se sentó en la sala sin el menor esfuerzo por cerrar sus piernas, sonriendo mientras yo nervioso buscaba el saca corchos.

Haciendo un esfuerzo por concetrarme empecé a destapar la botella de vino cuando sentí sus manos que rodeaban mi cintura, Ella se apretaba contra mi espalda dejandome sentir sus senos deliciosos mientras sus manos alcanzaban mi pantalón y lo abrían para dejarlo caer junto con mis boxers.

Mientras servía el vino con dificultad en las copas, su mano sujetó mi verga y empezó a masturbarme despacito mientras la otra mano acariciaba mis huevos mmm… Sin detenerse me susurró al oido, ¿te gustó escucharme tras la puerta?… Siiiiiiiiiiii….

sexo con la vecina de enfrente Sin soltar mi verga me llevó a una silla para sentarme, con picardía en la mirada se arrodilló frente a mí y empezó a recorrer su lengua por mis huevos mmm… entre mis genidos de placer subió por mi verga tomándose su tiempo para recorrerla hasta llegar a la punta, que recorrió repetidamente con su lengua.

Me estaba volviendo loco de placer con su lengua cuando metió mi verga en su boca deborándome riquisimo. Mis dedos se enredaron en su cabello claro, pegándola mas hacia mí para llegar mas profundo en su boca. Me estremecía de placer una y otra vez, sentía que iba a estallar de lo rico que me estaba deborando.

Manteniendo la picardía en su mirada se puso de pie y se acomodó frente a mi lista para montarme. Sus dedos se encargaron de poner a un lado su hilo que apenas lograba ocultar su conchita empapada. Con la misma mano dirigió la punta de mi verga hacia los labios empapados de su conchita.

Mis manos recorríann fascinadas sus piernas bronceadas mientras ella se sentaba sobre mi deborando con su conchita mi verga completamente parada. Nuestros gemidos de placer se confundían mientras mi verga se deslizaba en su deliciosa conchita.

Cuando la sintió toda dentro suyo se quedó sentada por un momento, apenas moviendose en circulos entre gemidos de placer. Era su primera verga desde que dejó a su marido y estaba tomándose su tiempo para disfrutarla.

Entre gemidos me susurró: «ssí te imaginaba cuando me di cuenta que estabas tras mi puerta…», y soltó la cinta que mantenía cerrada su corta salida de cama.

Fue maravilloso ver como se abria dejando ver su cuerpo bronceado y mientras caia de sus hombros al piso las deliciosas lineas de bronceado que contaban de un diminuto bikini con el que dejaba que el sol se regocije con su piel. Además las líneas de bronceado no eran tan blancas lo que delataba que se asoleaba sin sostén.

Maravillado pensaba todo esto mientras ella acercaba sus pezones deliciosos a mi boca. Mi lengua les dio la bienvenida antes de deborarlos y chuparlos sin control haciendola gemir y gritar de placer.

Alejó un poco sus senos de mi cara para que deje de deborarla y empezó a levantar sus caderas muy despacio, sentía mi verga deslizandoce fuera de su conchita hasta estar a punto de salir, en ese momento bajó sus caderas de golpe, mi verga se volvió a deslizar por completo dentro de su conchita.

Nuestro grito de placer llenó todo mi departemento, tomó un poco de aire y lo hizo otra vez, y otra vez. Ella se estremecía y se venía sin control, temblaba diciéndome lo rica que estaba mi verga. Cada vez se movia más y más rápido montándome a placer, viniendose sin control entre gritos de placer, tal como la escuché tras la puerta…

Tuve que esforzarme mucho para no venirme mientras ella me montaba, yo todavía queria mucho mas…

Ella se levantó y la llevé a la habitación, la arrodillé al filo de la cama y ella apoyó sus manos poniendose en cuatro. Sus caderas estaban deliciosas, también delataban unas delgadas lineas de bronceado que contrastaban con el hilo que desaparecía entre sus nalguitas riiiicas…

Ese hilo delicioso se desviaba para dejar expuestos los labios empapados de su conchita haciéndolos brillar. Acomodé mi verga entre ellos y la penetré de golpe, con un solo empujón mi verga desapareció en esa ricura de conchita haciéndola gritar nuevamente. Sujeté con fuerza su cintura y empecé a embestirla con fuerza, estrellando mis caderas contra sus nalguitas.

sexo con la vecina de enfrenteElla empujaba su cadera hacia mí mientras tapaba con su mano su boca para ahogar un poco los gritos de placer que daba cada vez que mí verga se perdía por completo dentro suyo, mmm…. esos eran los gritos que me exitaron tanto tras su puerta.

Mi mano recorrió su espalda hasta enredarse en su cabello, halandolo la obligué a levantar su cara de las sábanas mientras la embestía sin control. Entre gritos del placer me decía lo rico que sentía mi verga cogiéndola. Solté mis chorros de leche profundo en su conchita entre gritos de placer mientas ella se venía conmigo mmmmm.

Nos quedamos sin movernos un momento porque estabamos tan sensibles que cualquier movimiento nos hacia gritar. Despacio logré deslizarla fuera y caimos rendidos sobre las sábanas.

No dejaba de recorrer su piel mientras tomabamos aire. Ahora no solo sabía como ella usaba sus juguetes, también era su primera verga despues de dejar a su marido, y mientras estabamos tumbados sobre las sabanas entre mis caricias ella me contó sobre sus experiencias previas.

Pero eso es material de una próxima historia…


Imágenes de caracter ilustrativo para el relato de sexo con la vecina de enfrente

 

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