Comenzaré contándoles que somos un matrimonio de más de 20 años, ella Caro es una mujer normal de 37 años, pero con sus cosas bien puestas. Mide 1.70 tez blanca, ojos marrón y un pelo suave de castaño-rubio. Siempre ha sido muy convencional, es más, en todos estos años solo una vez le he podido meter por el culo y ni hablar de tragar mis fluidos.
Todo comenzó solo con un juego, a mí me calentaba mucho ver videos en la web donde mujeres eran compartidas por sus esposos, un día mi mujer me vio el computador…
Caro: que estás viendo?
Yo: nada, videos xxx pero nada del otro mundo.
Caro: pero como, si estoy viendo que otro tipo se la mete a la mujer con el marido presente. Te calienta eso?
Me quedé callado varios minutos, ella volvió a preguntar.
Caro: yo te conozco bien y se que esa cara de risa es por qué te pillé en algo.
Yo: la verdad no me has pillado en nada malo, bueno si, me calienta la idea de verte con otro hombre.
Caro: en serio? No te daría celos? Sabes que muchas mujeres desean poder tener sexo con otro hombre con permiso de sus esposos!. Más todavía cuando solo conozco tu pene.
Quedé asombrado y a la vez algo en mi cabeza se encendió, no precisamente la de arriba, mi glande comenzó a bombear sangre y en menos de 30 segundos ya la tenía toda parada.
Yo: oye quieres saber algo?
Caro: dime….
Yo: con tu respuesta no sé qué me pasó pero se me paro a mil. Creo que te la metería y acabaría inmediatamente.
Ella es un poco adicta al semen, pero no es que le guste comerlo, le gusta sentir adentro cuando le explota un chorro de semen en su vagina.
Caro: que esperas, yo estoy empapada, tengo la vagina húmeda.
Yo: pero si no te he tocado.
Caro: deja de hablar y metemelo de una vez.
Le saqué la ropa y me monté encima, le metía cada vez con más fuerza mi pene hasta que ella me dice:
Caro: de verdad dejarías que me lo meta alguien mas?
Yo: (en mi calentura le respondo) siiiii, quiero ver cómo te comportas con otro.
Caro: bueno pero déjame elegirlo a mi.
Con esas pocas palabras no aguante más, acabé pero parecía como la primera vez, sentía la fuerza de mi esperma salpicando las paredes de su vagina.
Caro: estabas como loco, parece que realmente te parece buena la idea. Te cuento… Pensaba en ello y acabé dos veces antes que tú.
La verdad que cuando terminé de sacar mi pito de su vagina, para mí, la idea era nada más que una fantasía, pero ella… parece que le había generado algo más.
Traté de evadir la conversación y quedó en nada.
Un día solos en la pieza me dice:
Caro: sabes quién me escribió por chat? No te imaginas.
Yo: sin mayor atención… pregunté. Quién?
Caro: mi ex. Rodrigo recuerdas quién era?
Yo: si, el feo de mierda que tenías antes que me conocieras.
Caro: amor si yo acepto que me lo meta alguien mas debiéramos dejar que sea solo él. Incluso me gustaría que me lo metas mientras creo que es él.
Quedé de una pieza. Se me pasaba por mi cabeza que cresta le metí en la cabeza a mi mujer, tan convencional que era y de pronto quería jugar a los tríos.
La verdad me puso muy caliente, pero a la vez supe que ella no tendría los calzones para dar ese paso, así que pensé, esto solo será una fantasía así que entre juego y juego comenzamos a follar. Mi sorpresa cuando ella me nombró con el nombre del imbécil.
Caro: déjame chupartelo Rodrigo, siempre solo pude tocarlo por qué era tan chica que no me atrevía a que pasara algo mas, y tú aprovecha de chupar lo que antes solo tocabas con un dedo.
Quedé desconcertado, no pude evitar preguntarle si era todo cierto, y me lo confirmó.
Caro: si, lo masturbé unas veces mientras él me tocaba la vagina.
Yo: me vas a decir que no te lo metió?
Caro: no, por eso debe ser él, me debe tener unas ganas tremendas.
Eso me puso a mil, puse sus pies en mis hombros y la penetré tan profundo como pude, luego me pidió que se lo metiera a lo perrito y se dio vuelta.
Se lo metía con tantas ganas pero parecía que no terminaría nunca, ella gemía y gemía de repente me dice «Rodrigo regálame tu leche por favor, quiero sentir tu leche chorreando por dentro» no aguanté nada y acabé como un loco.
Terminamos ultra cansados, nos abrazamos y dormimos.
Pasaron un par de semanas, haciendo las cosas normales, el tema no se tocaba y tampoco tuvimos sexo esos días.
Una tarde de jueves me dice:
Caro: mira quién me escribió otra vez, me invitó a salir.
Yo: en serio?
Caro: si, quiere que nos tomemos algo este viernes luego del trabajo.
Yo: que piensas?
Caro: si tú no pones problemas voy, solo si no te complica.
Yo: ese no me complica para nada.
Caro: sabes que si nos juntamos sólos, más aún con lo que metiste en mi cabeza, sabes en qué va a terminar eso cierto?
Yo: no, por qué tendría que saber.
Caro: es obvio que me va a querer llevar a un motel.
Yo: en querer no hay engaño.
Caro: es que si me dejas ir es sin condiciones, voy a aceptar cuálquier cosa que quiera.
Yo: no creo que pase nada, pero de verdad si quieres ir, anda tranquila.
Pero si hay una condición.
Si te lleva al motel, vas a hacer una vídeo llamada y dejaras el celular encendido para que pueda ver todo lo que pase.
Caro: Ok.
Llegó el día, ella se arregló con un vestido blanco, ajustado arriba, donde hacía notar sus buenas tetas y suelto abajo pero corto, se lograban ver sus piernas blancas hasta sus zapatos con taco.
Se fue y despidio con un tremendo beso.
Solo se me ocurrió desearle suerte. Jajaja suerte, en qué? Si lo más probable era que se la cogiera este tipo. Que imbécil he sido pensaba. Pasaron un par de horas y sorpresa, me llama mi mujer por vídeo llamada, le contesté y solo se veía la habitación y la cama. De pronto se escucha la voz de el diciendo:
Rodrigo: ya nos traen algo para tomar, te vas a demorar mucho? (el murmura diciendo: al fin te lo voy a poner Caro).
De pronto, ella aparece saliendo del baño; él la abraza y comenzaron a besar, parecía una sopa de besos tanto ruido que hacían, yo miraba atónito como éste tenía ahí a mi mujer a minutos de meterle su verga.
De pronto sus manos comenzaron a bajar por el vestido blanco de Caro, llegando a sus nalgas, ella solo respiraba de manera acelerada hasta que el le pregunta:
Rodrigo: es mi idea o no tienes ropa interior?
Caro: la verdad que no, sabía a qué venía y quise facilitar las cosas, así me coges donde quieras.
Eso me pareció muy putaza de su parte pero no era nada que fuera inesperado, sabiamos que terminaría pasando.
Caro: Rodrigo quiero que me comas, pero antes deja ver si aún la tienes dura y gruesa como cuando la tocaba.
Comenzó sentándose mirando en frente a este tipo bajarse el pantalón, de pronto le toma la mano y le pide que se lo saqué como antes. Ella solo seguía las instrucciones.
El celular estaba enfocado desde el costado, así que la escena era clara o quizás mi mujer era una maldita perversa y sabiendo dónde estaba su teléfono se ubicaba de manera que pudiera apreciar cualquier detalle.
Se lo sacó, semi erecto y le dice:
Caro: al fin voy a tener este negro en mi boca, quiero hacer que se pare dentro de mi boca.
Rodrigo: me tenías ganas?
Caro: siempre. Me quedé con las ganas de tener esta gran verga a la vista de mis ojos.
Realmente era grande, no sé cuánto media, pero mi mujer habitualmente se mete todo mi pene en su boca y está sin estar del todo erecta le entraba la mitad y se notaba el esfuerzo en abrir la boca.
Comenzó a chupar y masturbar, de pronto el le dice para que me vas a hacer acabar. Ella no parecía escuchar, estaba como loca chupando y pasando la lengua por ese tremendo cipote, el se corrió para atrás y bajo a su entrepierna, de pronto veía como le pasaba la lengua y ella gemía como poseída por el demonio de la verga, en eso ella le dice Rodrigo no aguante más estoy acabando, metemelo y acaba conmigo.
El solo continuo mientras ella seguía gritando de placer la muy caliente. De pronto el toma un preservativo y comienza a ponérselo.
Caro: años esperando por este polvo y te pones preservativo? Mételo sin gorro por favor que quiero sentir tu carne.
La levantó y despojo de su vestido, la puso boca abajo y se lo metió de un buen golpe.
Caro: me encanta sentir que me partes, estoy muy mojada lista para recibir tu leche.
Rodrigo se movía lento pero fuerte y profundo, cada vez parecía que la estaba matando de los gritos que ella daba. De pronto le empezó a tocar el ano, mi mujer estába como loca, no decía nada.
La saco de su vagina y empezó a empujar con su cabezota en la entrada de su ano, mi mujer estába descontrolada, empujaba para que logrará entrar pero era mucho más de lo que una vez le metí así que volvió a la vagina y siguió dando sus estocadas, de pronto Caro se saca la pija de la vagina, de da vuelta y se la empieza a chupar diciendo:
Caro: parece que se estaba poniendo un poco blanda o no? Ahora te la dejo lista para que me des fuerte.
Este no espero y la puso de costado, se mojó el glande con saliva y se lo puso nuevamente en la entrada de su ano, mi mujer está vez no aguanto, no aguanto las ganas la muy puta y con su mano logro meter la cabeza de esa polla en ese orificio.
Todo estaba caliente, sus gemidos o el aire pero algo se notaba, el como si se tratara de una muñeca le pegó un solo empujón y se la metió entera, pero lo que es todo su vergon adentro, mi mujer solo le decía hacelo rápido por favor y fuerte quiero tu leche.
De pronto Rodrigo la saca del culito de mi mujer y le dice ven que voy a acabar, ella sin mediar palabra le dice no eso lo quiero acá, lo tumba y se monta en el. Saltaba sobre el, alcanzo a estar 30 segundos y el tipo comenzó a gritar y ella le decía:
Caro: eso Rodrigo lo que siempre quisimos, dame tu leche adentro, acaba que estoy esperando hace mucho tiempo tu semen.
Gemían y gemían hasta que pasaron los minutos, parecían un par de perros pegados.
Luego ella le decía:
Caro: te a gustado?
Rodrigo: si, tenía muchas ganas, estás muy rica Caro. Supongo que esto se volverá a repetir.
Caro: pero obvio, ahora en el auto al menos me metes otra vez tu vergón, quiero que me mandes llena a casa que me espera una larga noche.
Claro ella sabía que yo estaría con mi verga a mil esperando su llegada.
Imagen de caracter ilustrativo para este relato erótico…
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