Todo comenzó hace 3 años, era cumpleaños de mi esposa (María) y a un compañero (Toño) se le ocurrió felicitarla, a ella le creó curiosidad entablar platica con él hasta entonces desconocido.
Sin embargo, empezó la lujuria a reflejarse en esas pláticas donde ella poco a poco le contaba sus secretos más íntimos, que si la mamaba o que con unos alcoholes encima era más fácil que le dieran por el culo.
Este compañero era foráneo y a pesar de que a la fecha no se han animado a echar un palo (muero de ganas porque se la coja), le ayudó a mi esposa en su despertar sexual.
Pronto empezó a salir con los compañeros de oficina hombres y mujeres a tomar y bailar, regularmente regresaba con unas copas de más y un compañero (Javier) ya le empezaba a tirar el can.
La primera vez mi esposa no aceptó, sin embargo cuando llegó me platico y me percaté estaba mojada por lo que lo hicimos muy rico imaginando cómo se la habrían cogido.
Para esto mi esposa ya se mensajeaba con un ex compañero (Uriel) con el que intercambiaba el Pack y la tenía muy caliente debido a que está vergudo (mas o menos 20 cm y algo cabezón) el cabrón, pero bueno eso será otra historia.
A la semana volvieron a salir a tomar y ya de regreso a casa el compañero insistió en que le regalara un beso mi esposa se hacía la difícil hasta que al final cedió y se fueron a un rinconcito a fajar en el carro, el toco de todo, sin embargo a mi esposa todavía le daba pena irse al hotel con alguien más que no fuera yo, ya que hasta entonces había sido el primero y el único que había gozado de todo su cuerpecito en todas las formas posibles
Después de un rato de faje ya la llevaban a casa mientras en el camino seguían fajando en los altos y mi esposa venía con las chichotas de fuera, ya cerca de la casa su compañero se sacó la verga y puso a mi esposa a que se la tocara eso bastó para convencer a mi esposa de irse al hotel, enseñándole de inmediato donde estaba el más próximo.
Llegando al hotel mi esposa se desvistió rápidamente y se agachó a mamarle la verga a su compañero por lo que se es del mismo tamaño que la mía (más o menos 18-19 cm) después de unas chupadas como sólo mi mujer sabe.
Javier acomodó a Maria de lado levantándole una pierna para meter la verga empezó despacio, pensando que podría lastimar a Maria sin saber que ella ya estaba acostumbrada a la mía.
Ella le pidió que le metiera toda y así estuvieron cambiando de posición, sin embargo no pudieron terminar ya que a Javier su esposa no dejaba de marcarle.
Y así fue que mi esposa inició el camino de conocer y probar otras vergas además de la mía.
A mi me encanta que se la cojan y llegue llena de leche a contarme y cojer conmigo.
Espero les guste. Me gustaría leer sus comentarios. Les dejo mi correo: [Correo visible para usuarios registrados]
Imagen únicamente de caracter ilustrativo para este relato erótico…
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