Punto G masculino, donde está y como estimular el punto P de los hombres

Punto G masculino, donde está y como estimularlo
Artículo con información sobre el pungo G masculino

Mucho se ha hablado, y se habla del punto G femenino. No hay pareja que alguna vez no haya comentado las bondades del punto más erógeno del cuerpo de las mujeres. Pero si hay un tabú en la sexualidad de la pareja por antonomasia ese es el sexo anal y el Punto G masculino.

Por eso hoy queremos profundizar un poco en este tema y contaros cuáles son las bondades de estos dos entes incomprendidos.

Sí, ya se que poco a poco, vamos comprendiendo que no toda la excitación sexual viene de los genitales, pero muchas personas siguen poniéndose muy, pero que muy tensos cuando se saca el tema de la retaguardia, pese a que en la mayoría de los casos ni siquiera lo han probado.

Punto G masculino

Punto G masculinoLa zona erógena de los hombres recibe el nombre de Punto P, en clara referencia a la próstata, y es que tiene mucho que ver con la estimulación de la misma.

Muchos hombres no barajan la idea de que alguien les profane el ano, por lo que lo mejor en estos casos es empezar a probar uno mismo.

Para ello, se debe introducir el dedo en el ano unos cinco centímetros, y al contrario que el punto G femenino, todos los hombres tienen próstata, por lo que no habrá pérdida a la hora de encontrarlo.

La duda, que sí que la hay, es si los hombre sentirán placer en el momento en que rocen su próstata a través del ano. No todos lo toleran igual, y sobre todo, no a todos les gusta. Y es que como en muchas otras facetas del sexo, para gustos, los colores.

Hay algunos hombres que al realizar su primera aproximación a su punto P lo perciban como algo incómodo e incluso molesto, mientras que en otros muchos casos, hay quiénes lo complementan con sus relaciones sexuales e incluso con la masturbación para sentir más placer.

Y es que el peor enemigo del hombre al comenzar a probar es su propia mente. Explorar en nuestra propia sexualidad no tiene nada que ver con la orientación sexual de cada uno, ni con los tabúes que inundan a nuestra sociedad.

Si nos animamos a comenzar a jugar con nuestro ano, o con el de nuestra pareja, lo primero a lo que tenemos que prestar atención es a la higiene, que debe ser una prioridad en este juego.

Pero no sólo debemos estar pendientes de la limpieza de nuestra retaguardia, sino que también habrá que prestar mucha atención al estado de nuestras uñas. También es más que aconsejable el uso del preservativo, incluso cuando sólo usemos el dedo, o utilizar lubricantes especiales.

Si damos un paso más en nuestra búsqueda del punto P masculino, también podemos aventurarnos a usar juguetes sexuales. Hay una gran variedad de dildos anales, vibradores, o bolas que se adapten sin ningún problema a las necesidades y los gustos de cada uno.

Incluso los arneses que se utilizan para relaciones lésbicas pueden ser un complemento perfecto para dar un giro a nuestras relaciones sexuales y cambiar los papeles de vez en cuando, permitiendo que sea ella la que le penetre a él.

El punto P del hombre, el punto G masculino

Claro está que para realizar esto último, debemos tener la mente muy abierta, aunque los que lo han probado dicen que se trata de una experiencia única, muy placentera y que sirve para ponerte en la piel de tu pareja.

De la misma manera, no sólo de penetración entiende el punto P masculino. También podemos probar con la lengua, las caricias o los besos, que de la misma manera son una gran prueba de confianza para la pareja.

Ahora solo esperamos que los que hayan probado ya lo comenten y los que no pues que se animen también a opinar, quien sabe si quienes están entre dudas este artículo les pueda ayudar…

 

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