Hola mi nombre es Bertha, ya he publicado anteriormente otros relatos eróticos igual o más excitantes que este relato xxx de como probé dos vergas a la vez en una noche de sexo.
Esta soy yo, espero mientras lean el relato porno con fotos se deleiten con mi panochita, la tengo muy rica y caliente para quien se anime a complacerme, siempre con el consentimiento y presencia de mi marido.
Mi relato erótido de como probé dos vergas a la vez
Sucede que hace algunos años cuando mi esposo se le dio por compartirme con otro hombre, pues su fantasía sexual era oir y ver a su mujer cogiendo con otro hombre, como gozaba sintiendo otro cuerpo, otras manos, otra verga taladrar mi panocha; como gimería al tenerla muy dentro de mí.
Bien, una noche, creo era sábado, llegó a la casa un amigo de ambos de nombre Antonio. Serían como las nueve de la noche, nos saludó y convivimos tomando cerveza y jugando dominó. Después de un buen rato, cambiamos las cervezas por vino, más me sentía cansada por el ajetreo del día y decidí irme a acostar.
Ellos siguieron tomando y jugando, yo me despedí y fui a recostarme a mi recamara, me quité la ropa y solo me dejé la pantaleta, procedí a meterme dentro de las cobijas y poco a poco me quedé dormida.
No sé cuánto tiempo pasó cuando de repente sentí un cuerpo desnudo pegarse al mío y al mismo tiempo me sentí acariciada…. medio desperté, creí que era mi esposo…. Juan estate quieto, amor mira que tengo sueño, déjame descansar un poco, ¿si?
No contestó y entonces me di cuenta que no era el, eran otras manos, era otro cuerpo diferente que se pegaba a mí, podía sentir su miembro duro picoteando mi culo, estaba desnudo, estaba caliente. Para esto la habitación estaba en penumbras.
- ¿Quién eres? Eres Antonio ¿verdad?.
- Sí, me contestó.
- ¿Te mandó Juan?
- Si y no… tu bien sabes que te deseo y mas que ya te probé y la verdad me tiene loco este culo hermoso y esta cosita caliente y apretadita que tienes.
Me palpó la vagina por encima de mi pantaleta… ¿saben? Él tiene la verga más gruesa que la de mi marido, quizá por eso siente mi panochita mas apretadita y yo me siento más llena con su verga.
La primera vez que me la dejó ir me dolió un poco pues no estaba acostumbrada a ella. después me gustó mucho sentirla dentro de mí, me sentí más mujer, sentirme arropada por semejante verga dura y caliente llenando mis entrañas.
- Antonio y ¿donde esta Juan?
- Se quedó en la sala tomándose otro trago. Me dijo que si tú no aceptabas estar conmigo que lo alcanzara para seguir tomando y si yo no salía en 5 minutos vendría a vernos coger, él quiere verte coger.
- Si, esa es su fantasía verme coger a otro hombre Antonio, ¿sabes? Desde la primera vez que te probé no he dejado de pensar en ti, muchas noches he despertado soñando que me como esta verga…
Y se la agarré, estábamos de lado, el abrazándome por detrás y yo sintiendo su hombría en mi culo aun cubierto por mi pantaleta.
- Bertha, te deseo mucho, yo también he soñado así, a veces Oliva se despierta y me sorprende masturbándome a tu salud, primero me pregunta… ¿que haces? ¿porque estás así? Le contesto que estaba soñando contigo… Antonio! Bertha ¿te pone así? Si, si. Pues entonces cógeme, méteme tu verga, es mía, es para mí y la quiero ahorita… hazme tuya cabrón… ¿y sabes, que? Yo también he soñado con Juan, aun no me olvido la vez que cogimos en su casa. sentir otra verga, otras manos, otro cuerpo recorrerme a su antojo, sentir otros labios como se comen mi panocha… así que deja a Bertha en paz por un momento y hazme tuya, necesito tu verga.
- Y ¿luego? Pregunto…
- Pues me la cojo pensando que eres tú. Aahh! Antonio!
Me volteó y lo besó ardientemente, nuestras lenguas se comen, nuestros alientos invaden nuestras bocas llenando de calor nuestros cuerpos. Para esto mi pucha ya comienza a humedecerse, lo abrazo fuertemente, su pierna derecha se posa en mi pierna izquierda entrelazando nuestros cuerpos.
Bertha, Bertha eres mía, mía… si Antonio soy tuya, tuya… bésame, cómeme haz de mí, tu puta… quiero ser tu puta, quiero esta verga recorrer mi cuerpo hasta sentirla aquí, aquí en mi pucha, aquí la quiero, quiero sentirme llena. Sus manos recorrieron suavemente y firme todo mi cuerpo, me quité la pantaleta. Sentí como apretujaba mis senos para llevárselos a la boca, lamer mis pezones ya duros y paraditos, sentir sus dientes darles pequeñas mordiditas.
Toño, Toño… que rico, que rico…. cómeme, cómeme…. Después sus labios se posaron en mi cuello llenándolo de besos, así también mis mejillas que las sentía calientes, sentir sus manos entre mi pelo, acariciándolo, estaba enloqueciendo…
- Antonio, Antonio eres lo mejor que me haya pasado… aaaahhhhhh, uuuummmhhhhh.
Mi panocha se humedecía con más anhelo, me sentía ya muy húmeda. En esto sentí un calor acariciar las puntas de mis dedos de un pie, eran los labios de Juan, lamiéndolos…
- Aahhhh… rico, rico… Juan, Juan que bien lo haces.
- Bertha hoy vas a tener a dos machos para ti solita….
- Si, si… lo que tú quieras mi amor. Voy a ser de los dos, hagan de mí una mujer feliz, deliciosamente feliz, quiero sus vergas, las quiero las dos, esta noche quiero sentirme penetrada por mis dos agujeros… uuummmmm… sigan así, así…
Mientras Toño se deleitaba de mi cintura hacia arriba Juan lo hacía de la cintura hacia abajo. Es muy cachondo sentir unos labios y unas manos diferentes en todo mi cuerpo. Sentirme deseada así me puso a punto para mi primer orgasmo…
- Ooohhhhh…uuhhmmmm… Juan Antonio, Juan Antonio, mis amores, me vengo, me vengo…. rico, rico, ricooooooo.
Quedé un poco desmadejada, relajada pero aun con ganas de seguir hasta el fin. Después Juan se acostó boca arriba y me comí su verga, mientras Antonio viéndome en esta posición me comía los pies, mis pantorrillas mis muslos y mi culo, acariciándolo, lamiendo mi agujerito, llevando mis jugos y su saliva a él para dilatarlo.
- Antonio, así mi amor cómeme, soy tu puta…
- Toño comete su culo, méteselo, quiero ver como goza por ahí mientras me come la verga
Paré mi culo y lo dejé a su disposición, estaba escurriendo mi panocha, la sentía latir.
- Vamos Toño, métemela por mi chiquito es tuyo corazón, tuyo….
No esperó más y sentí la cabeza de su verga presionar mi orificio. Sentí dolor, si por la vagina me dolió la primera vez, por aquí sería igual o más. Comenzó a empujar…
- Aaayyyyy… aaayyyyy, despacio mi amor, despacio.
Juan veía, yo dejé de mamarle para concentrarme en la penetración posterior.
- Aaayyyyyy… métela despacio, no pares!
Poco a poco se fue metiendo… sentía mucho ardor y dolor….Juan me consolaba:
- Ya Bertha, ya… ya casi la tienes toda, aguanta y verás que después vas a disfrutarla!
Me besaba la espalda y acariciaba mis pezones… una mano llegó hasta mi pucha y comenzó a acariciármela. Esto produjo un calorcito muy agradable y mi esfínter cedió completamente, me sentí llena, la tenía toda dentro de mi. Dejó de moverse, mientras Juan continuaba besando mi espalda y acariciando mi pucha, ahora mi clítoris sentía sus caricias suaves y deliciosas.
Aminoró mi dolor, sentía un calor muy agradable en mi culo, la verga de Antonio palpitaba, palpitaba dentro de mi. Comenzaba a gustarme estar así. Comencé a mover las nalgas suavemente en rotaciones circulares para acoplarme completamente…
- Antonio esto es rico, muy rico….me gusta, me gusta.
- Bertha levántate un poco, Juan se va a acostar bocarriba debajo de ti… -ordenó Toño-.
Juan se metió debajo de mí, boca arriba. Juan la tenía parada, lista.
- Ahora siéntate en su verga, acomódatela, vas a comerte las dos vergas, una por tu chiquito y otra por tu pucha -dijo Antonio-.
Como pude me ensarté en la verga de Juan sin despegarme de la verga de Antonio. Entró suavemente, poco a poco hasta el fondo. Ahora estaba empalada en dos vergas ardientes… así por primera ocasión probé dos vergas a la vez!
- Me gusta mucho estar así…
Juan me sujetó por mi cintura y Antonio por mis hombros y comenzaron a moverse lentamente y rítmicamente.
- Juan, Antonio, mis machos, los siento a los dos muy ricos, ahora estoy completamente llena de verga. Muévanse, muévanse… soy su puta, soy su puta. Aaahahhhhh, uuummmhhhh, Dios esto está muy sabroso, muy rico…
Se movieron, se movieron y me envolvió una nube de locura pasional y me sentí divina, explotando en un gran orgasmo anal y vaginal que gozaron cuando sintieron mis mordiditas de mi ano y panocha. Nos vinimos los tres, llenando de semen mi chiquito chimuelo y mi ardiente vagina.
- Los adoro, adoro… mmm!
Esto es un hermoso recuerdo que aún conservo de esa noche en la que probé dos vergas a la vez. Espero les guste mi relato y me dejen comentarios opinando o contando experiencias similares.
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