También podría titular mi historia como el día que cumplí mi fantasía de ser follada por el padre de mi mejor amiga, porque eso es precisamente lo que sucedió aquella tarde de verano en casa de los padres de María.
Como tantos días mi amiga María y yo quedábamos en su casa para darnos un baño en su piscina y tomar el sol para ponernos morenitas, aquella tarde de julio María recibió una llamada en su móvil, era Ricardo, su antiguo novio (o más bien folla amigo) que acababa de llegar de Roma y se había quedado tirado en el aeropuerto. María me ofreció ir con ella a buscarlo pero decidí quedarme sola tomando el sol en topless, era la oportunidad perfecta para relajarme en la piscina ya que sus padres no estaban en casa.
O eso pensaba yo, ingenua de mi, mientras tomaba el sol en la tumbona con mis enormes pechos al desnudo, sentí que alguien me observaba desde la ventana del salón, tras unos minutos me hice la dormida y ocultando mi mirada en las gafas de sol seguí observando el movimiento de las cortinas, y entonces lo vi, era José, el padre de mi mejor amiga, estaba observándome como un auténtico voyeur mientras se tocaba su miembro pensando en mi joven y delicado cuerpo.
Era la oportunidad perfecta para cumplir mi fantasía sexual (ser follada por el padre de mi mejor amiga me ponía muy cachonda), desde hacía mucho tiempo aquel hombre era el deseo de muchas chicas de nuestro grupo. Hablábamos de él en ausencia de María, de sus fuertes manos con las que bromeábamos comparándolas con un catalogo de pollas , de su voz masculina, de su cuerpo maduro pero bien trabajado en el gimnasio. Y por supuesto de su enorme paquete que provocó más de una risa cómplice en el grupo con miradas indiscretas imaginando lo que se escondía bajo el pantalón.
Por todo aquello mis fantasías íntimas podían cobrar sentido aquella calurosa tarde de verano, solo tenía que encontrar la forma y el valor necesarios para mostrarle mi buena predisposición a un esporádico encuentro sexual.
Me lancé a la piscina, todo lo que quería era follar
Entonces decidí dar un paso más y meterme en el agua, me levanté lentamente de la tumbona y caminé hasta la piscina moviendo mi caderita y mis firmes nalgas de forma provocativa, luciendo aquel bikini tanga color rosa que tanto le gustaba a los chicos, y sensual como nunca me había mostrado ante nadie.
Me giré lentamente y para mi sorpresa, ya no había nadie tras la cortina, tras unos segundos de incertidumbre por los que por mi cabeza pasó el haber metido la pata hasta el fondo, apareció José en la piscina, se acercó a mí lentamente y me preguntó por su hija, tras comprobar que estábamos solos en la vivienda y que María tardaría al menos un par de horas, hizo algo que solo había imaginado en mis mejores y húmedos sueños, me invitó a recibir un relajante masaje, propuesta ante la cual no me pude resistir, esas trabajadas manos tenían que tocar mi excitado cuerpo.
Tumbada sobre la toalla y sin la parte de arriba del bikini, el padre de mi amiga empezó a darme crema y a masajear mi espalda, poco a poco me iba relajando y sintiendo más cómoda hasta que noté como sus fuertes manos se deslizaban lentamente por mi suave culito tocando mis firmes y grandes nalgas, lejos de sentirme intimidada estaba deseando que siguiese con aquel juego, él lo sabía, me notaba excitada, sabía que era suya y podría hacer conmigo lo que quisiera.
Entonces noté como el fino hilo de mi tanga rosa se retiraba y sus enormes dedos acariciaban mi humedecido clítoris, no hacía falta lubricante, mi grado de excitación era tal que hubiera entrado hasta el rabo de Nacho Vidal. José empezó a besar mi espalda deslizando su lengua lentamente hasta mi culo, dándome una intensa serie de lametazos en mi agujerito trasero y en el clítoris que me hicieron correrme por primera vez en aquella inolvidable tarde.
Fue en ese instante cuando me giré bruscamente, agarré con firmeza su cabeza por los pelos y lo acerqué hasta mis pechos para que chupara mis duros y puntiagudos pezones, notaba su enorme polla dura rozando mis piernas, necesitaba sentir aquel rabo maduro en mi conejito hambriento.
Al fin follada por el padre de mi mejor amiga
Y por fin sucedió, el padre de mi amiga metió su enorme rabo maduro en mi coñito y lo empezó a bombear con fuerza una y otra vez a cuatro patitas mientras rodeaba mis grandes tetas con las manos, después con las piernas para arriba sobre sus hombros e incluso cabalgando sobre su pene con fuerza hasta notar sus enormes pelotas depiladas tocando mi clítoris, hicimos todas las posturas que podáis imaginar, ni en la mejor escena porno hubiera visto tanta variedad.
Tras casi una hora de sexo salvaje y desenfrenado en el jardín llegó el momento del orgasmo, aunque en realidad en mi caso tuve no uno si no varios a lo largo de todo el polvo, la ocasión lo merecía y aquel era mi día, era el padre de mi mejor amiga, era el deseo de todas las chicas de la facultad, era el maduro que todas deseamos follar, y yo estaba siendo follada por el padre de mi mejor amiga mmm…
El señor José se levantó, se puso a mi lado y acabó con una enorme corrida sobre mis turgentes pechos, noté como el calor de su semen corría por mis tetas, agarré aquel duro mango y lo metí en mi boca para aprovechar hasta la última gota, acto seguido nos metimos en la piscina, un pasional beso de despedida y él se vistió, yo continué tomando el sol como si nada hubiera pasado pero sin poder olvidar lo que acababa de pasar.
A los pocos minutos llegó María, me pidió disculpas por haber tardado tanto, lo que ella nunca sabrá es que le estaré eternamente agradecida por su ausencia, gracias querida, no todos los días una puede ser follada por el padre de su mejor amiga…
Relato anónimo enviado por un visitante de la página.
Imágenes solo de caracter ilustrativo para el relato erótico follada por el padre de mi mejor amiga.
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