Empecé a fantasear con ver a mi mujer con otros hombres desde mi primer matrimonio.
Mi primera mujer era de cuerpo atractivo, normal, sin ser pronunciada de curvas Con piernas torneadas y cabello a mitad de la espalda. Muy sensual y sin duda llamaba la atención de los hombres.
Después de unos años, es inevitable la rutina llegue a todo, hasta el sexo. Aunque lo hacíamos regularmente, ya era algo mecánico.
Un día, la tenía en cuatro, sus redondas nalgas eran hermosas, su cabello oscuro cayendo sobre su espalda; llevábamos un rato así y yo no podía terminar. Jamás había intentado antes algo anal con ella, éramos muy tradicionales; recuerdo que vi su pequeño hoyo trasero y me dieron ganas de meter mi dedo; empecé a sobar sus nalgas en círculos, de a poco mis dedos se acercaban más a su ano, empecé a rozar la pequeña área, ella no dijo nada, pero me di cuenta le gustaba, así seguí hasta que empecé a acariciarlo, con su misma lubricación comencé a darle en círculos; y metí la punta del dedo; ella gimió de placer y en ese momento fue cuando tuve mi primer pensamiento de otro hombre con mi mujer, imaginé era una penetracion doble; ese pensamiento me hizo llegar rápido y sin querer, solo sentí la explosión en mi mente y como llené de leche su sexo.
Rápido la puse boca arriba y empecé a darle un oral mientras metía de nuevo mi dedo en su ano y otro en su sexo. Hasta que ella llegó al clímax.
A partir de ese día, eran recurrentes mis pensamientos de otro hombre con ella. Nunca llegue a externar mi sentir, era algo prohibido.
Años después, con mi segundo matrimonio, pasó lo mismo, llegaban fantasías a mi, de estarle dando junto con otro u otros hombres a mi mujer, no podía evitarlo.
Con el pasar de los años, igual la rutina hizo de las suyas, y con la rutina los problemas más fuertes cada día. La distancia entre ella y yo se hicieron más fuertes; al grado de ya no tener intimidad. Ya no me importaba, simplemente mi deseo se había apagado; tiempo después ella cambió su actitud, yo sabía que era por otro hombre, era obvio, pero me daba igual.
Hasta que un día dejo su teléfono mientras se bañaba y vi un mensaje de su amiga; solo alcancé a leer que le preguntaba cómo se la había pasado; me entró la curiosidad y entré a ver sus chats; no tenía ningún mensaje con ningún hombre, así es que pensé era mensaje normal, de amigas; Justo en ese momento entré al chat de esa amiga y ahí leí todo; había tenido dos aventuras y le contaba con detalle a la amiga; no pude evitar sentir un poco de enojo, pero rápido se me pasó y comencé a sentir como me endurecía; leer como ella describía lo que le habían hecho me empezó a alterar la mente, inevitablemente empecé a tocarme, ella ya estaba a punto de salir del baño, rápido deje el teléfono y me hice el ocupado en otras tareas; cuando ella salió del baño, paso por donde estaba yo, solo con su toalla, no podía quitarme de la mente lo que acababa de leer y sin pensar más me metí a su recámara.
Justo cuando ella se está poniendo crema, toda desnuda; rápido le tire sobre la cama y le separe las piernas, empecé a la de su sexo desesperado. Ese sexo que ya había sido usado por otros. Ese pensamiento me nublaba el pensamiento y rápido me subí y se la clave con fuerza, estaba duro; ella al principio obvio por la sorpresa se resistió, pero empezó rápido a mojarse; la sentí diferente, más apasionada, yo creo que era por la experiencia que ya tenía con los otros. Rápido llego y yo también; no dijimos nada, pero ese pensamiento de otro hombre usando a mi mujer seguía más latente;
Yo sabía que ella tenía aventuras, lo notaba por la ropa y los pretextos cada vez más inexplicables; yo no decía nada,
Al contrario, me calentaba saber iba a coger; en ocasiones, la veía como se iba vestida, de una manera muy puta, eso me calentaba y cuando ella llegaba, la buscaba con cualquier pretexto y me la cogia desesperado, lleno de lujuria.
Hubo ocasiones que sentia demasiada lubricación, estoy seguro era leche de otros. Y estoy seguro ella sabía que yo sabía, pero nunca dijo nada.
Y así pasó también el tiempo, la rutina, los problemas y ese matrimonio también termino, volví a estar solo.
Tiempo después llegó el que es el amor de mi vida; una mujer muy sensual por naturaleza. Delgada, de senos erectos, nalgas muy bien delineadas, hermosas, boca de esa que esta hecha para mamar vergas y aparte de todo muy caliente.
El sexo es grandioso y ella es una diosa en la cama; pero como siempre, esas fantasías de verla con otro hombre siguen vivas, no se van.
Empecemos un día a platicar abiertamente de nuestras relaciones pasadas, yo quería saber más y más de ella; pero sobre todo en el sexo, quería saber. Al principio los celos me mataban, pero ese morbo y ese pensamiento me hacía seguir preguntando.
Me masturbaba con sus historias, sus recuerdos; en mi mente crecía más y más el deseo de verla con otro.
En una ocasión. Era tanta mi insistencia y ella por querer complacerme me mostró un video con un ex, donde están cogiendo y ella mamando; el shock inicial, de ver al amor de mi vida, así, de rodillas, con una verga en la boca y siendo cogida por otro fue brutal; pero duro una milésima de segundo; rápido sentí el calor en mi rostro y en mi verga, pronto me la saqué y en 15 segundos, mientras veía ese video y escuchaba los gemidos de puta de mi amor, Me hicieron llegar a chorros.
Aunque fue en video y algo del pasado, se había hecho de cierta forma realidad el ver a mi mujer con otro.
Después de eso le insistí para que repitiera la experiencia; al final accedió y en este momento estoy esperando ese momento, donde finalmente logré ver directamente a mi mujer, al amor de mi vida ser usada como depósito de semen por otro hombre.
Definitivamente continuará…
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