Soy Damisela, y en marzo del 2008, después de varios años sin hacer nada por decisión de ambos, al notar que nuestro matrimonio estaba entrando en la rutina, decidí volver a sorprender a mi marido con un “regalito sorpresa” que tanto le gusta y lo pone tan loco de calentura.
Por eso una tarde sabiendo que Oscar su mejor amigo vendría por casa a traerle unos trabajos me puse muy putita, con un pantalón blanco muy ajustado que me marcaba muy bien el culo, y que además dejaba traslucir a simple vista el hilito que usaba debajo, tacos bien altos, y una blusita al cuerpo que marcaba bien mis tetas.
Así fue como fui abrir la puerta hice pasar y recibí al amigo, quien a pesar de estar acostumbrado a verme así vestida porque mayormente soy de vestirme tan provocativamente, se sorprendió un poquito, pero como hacia tantos años que no hacíamos nada nunca pensó ni imaginó que me vestí así para volverlo loco, y menos para que volvamos a coger, motivo por el cual estuvo solo un rato en casa charlando con mi marido y mirándome embobado el culo, pero sin decirme ni insinuarme nada, y al irse tan rápido de casa no me dio tiempo para darles la sorpresita que tenía planeada.
Pero antes de que se fuera pude escuchar que le aseguró a mi marido que el domingo por la tarde vendría a buscar el trabajo y con más tiempo para charlar, así que muy ansiosa, y caliente recordando las cogidas que me daba o nos dábamos antes con Oscar y sin decirle, ni insinuarle nada a mi marido para que sea una verdadera sorpresa esperé que llegue el domingo, y a la mañana del domingo aproveche que mi marido se fue a comprar el diario para asegurarme que por la tarde nadie vendría inesperadamente a casa y me arruine la sorpresa, por esto llame por teléfono a mis hijos, y muy especialmente me aseguré con mi mamá, y mi suegra, que son las únicas dos que a pesar que le repetimos que llamen antes de venir pueden caernos en casa sin avisar un domingo a la tarde.
Luego del almuerzo y la sobremesa mi marido se fue a recostar un rato y ahí aproveché tomándome mi tiempo para ducharme y dejar mi concha bien peladita como tanto le gusta y lo vuelve loco a Oscar, mientras hacía esto recordaba cómo Oscar se ponía de loco al apoyarme en la cocina y al meter sus dedos y encontrar mi concha peladita, como me iba fregando su pijon en el culo, recordar esto y algunas cositas más que hice con el me pusieron muy pero muy loca de calentura, y tuve que salir del baño para evitar hacerme una paja, y quede muy caliente.
Luego de terminar de arreglarme, pintarme las uñas de las manos, de los pies, desperté a mi marido quien de inmediato se fue a la cocina a poner la pava para el mate y aproveche para dejar a mano en el placar la ropita chiquita que iba usar un rato después, me puse un pantalón blanco tipo calza que me quedaba muy ajustado que me marcaba y me realzaban muy bien mi culo, remerita de lycra que se adhería a mi cuerpo marcándome alevosamente mis tetas, y mis pezones, y dejaban ver que no usaba corpiño, tacos y así fui hasta la cocina donde estaba mi marido esperándome para tomar mate quien al estar acostumbrado a verme así de puta vestida solo me dijo unos piropos, porque nunca imaginó la sorpresita que se iba a llevar un rato después.
Hasta que al rato me pidió que este atenta al timbre porque iba a venir Oscar y como el usaba los auriculares para hacer los trabajos en la computadora por ahí no lo escucha, y se fue al dormitorio que usaba como estudio para trabajar en la computadora, y yo me quedé tomando mate e imaginando la sorpresa que se iban a llevar los dos, y muy caliente y ansiosa por escuchar el timbre, hasta que al rato tocaron el timbre y fui abrir de inmediato diciéndole a mi marido: «voy yo…!».
Asegurándome que él no viniera abrir la puerta, abrí la puerta y lo hice pasar a Oscar saludándolo con un beso en la mejilla, fui haciéndome la sorprendida diciéndole que no lo esperaba, porque tu amigo no me dijo nada, el mirándome embobado me comentó que arreglaron con mi marido que iba a venir a buscar los trabajos, y dándome vuelta fui caminando por el pasillo adelante levantándole y mostrándole bien el culo porque se lo pone tan loco llevándolo hasta el dormitorio donde estaba mi marido trabajando en la computadora.
Ahí los dejé solos y volví al ratito a cebarles mate, donde aproveché para mostrarme mucho más putita, incluso apoyando mis brazos sobre el respaldo de la silla en la que estaba sentado mi marido- mirando muy putita a Oscar fui diciéndole- que buen trabajo te hizo… no te podes quejar…!! Mientras iba adoptando poses muy provocativas como ir levantando el culo alevosamente dejándoselo a cm de la cara y de las manos de Oscar quien está sentado muy cerca de mi marido mirando el trabajo en la computadora, aunque por cómo me miraba el culo supe que lo menos que le interesaba mirar era el trabajo, solo tenía ojos para mi culo, por esto se lo fui mostrando mucho más descaradamente por un ratito, hasta que le pedí que favor siguiera con el mate que me iba a planchar las ropas para la semana, y los deje solos con esa excusa.
Entré a mi dormitorio, me cambié de ropa, poniéndome una pollerita roja muy chiquita, medias de red rojas, camisita blanca la que anudé a mi pancita, la cual era muy transparente por lo que mis tetas quedaban casi al aire, me retoqué la pintura de mi labios, me puse un poquito más del perfume que uso siempre para estos momentos, y volví al dormitorio donde estaban los dos sentados frente a la computadora y de espalda a la puerta, pero en lugar de entrar me quedé afuera parada en la puerta asegurándome que de darse vuelta Oscar no pudiera verme, y desde ahí le dije a mi marido que si me necesitaba estaba en la cocina, el cual se dio vuelta para contestarme y cuando me vio tan puta fue tal su sorpresa y su locura que estuvo a punto de arruinar todo, por suerte pudo controlarse, y con un «bueno…te aviso..!!», se dio vuelta y siguió con lo que estaba haciendo en la computadora.
Me fui a la cocina donde imaginando la calentura del amigo al verme tan puta y esperando que venga Oscar mi calentura fue divinamente infernal, estuve un ratito acomodando las cosas en la cocina hasta que escuché a mi marido decirle a Oscar que calentara el agua porque estaba helada, y a los segunditos escuché los pasos de Oscar viniendo por el pasillo, por lo que me puse de espalda a la puerta en punta de pie acomodando unas cosas en la alacena, y cuando entró a la cocina su sorpresa fue total al verme así de puta, porque se quedó paralizado mirándome embobado, sin saber qué hacer, pero diciéndome enloquecido en voz baja susurrándome- por favor que pedazo de puta!! y dándome vuelta me acerqué a su lado sacándole la pava de la mano, le pregunté muy putita si quería calentar el agua, o tenía ganas de hacer otra cosa, mientras fui apoyándole mi mano sobre la pija agarrándosela muy fuerte por arriba del pantalón.
Superada la sorpresa la locura de Oscar fue total, porque empezó a manosearme enloquecido mientras yo le agarraba, apretaba y le manoseaba la enorme verga con mis manos, con las dos manos porque estaba tan grandota que con una sola no me alcanzaba para agarrar semejante pija, y nos fuimos dando besos de lengua interminables, fue como nos encontró mi marido a los minutitos que vino a la cocina con la filmadora directamente a filmar ese momento tan esperado y deseado por los dos, pero en especial por mi marido quien esperó por mucho tiempo un regalito de estos, como se los daba antes muy seguidos.
Jugamos en la cocina con Oscar hasta que me bajé y me prendí a mamarle la pija, las bolas, hasta hacerlo acabar totalmente enloquecido inundándome de leche mi boca, mi cara, y mis tetas, luego fuimos al dormitorio donde fue tanta la calentura de Oscar que me cogió, o mejor dicho nos cogimos de todas las maneras habidas y por haber porque semejante cogida que me fue dando hizo que yo no me quede atrás, y que fuera poniéndome en todas las poses que quiso cogerme por la concha o por el culo, desde mamarnos los dos en un 69, donde el aprovechó para mamarme y meterme los dedos en el culo, subirme arriba, patitas al hombro, cogerme por primera vez como las perritas, arrodillada en el medio de la cama con él parado detrás cogiéndome enloquecido por el culo, boca bajo acostada bien al borde de la cama haciendo que mis piernas caigan fuera de la cama y que apoye mi pie en el piso por lo que mi culo quedó bien parado y fue manoseándome, abriéndome los cachetes para ir metiéndome semejante pijon en el culo comiéndome divinamente, y enloquecido de calentura mirando como mi culo se devoraba todo su pijón en esa posición.
Fue diciéndome – que bien que te estoy comiendo guacha….que bien te estoy comiendo el orto guacha…que hermoso orto tenes guacha… que guacha puta sos como me regalas el orto puta…como coges con el culo puta…!! mientras iba dándome terribles pijazos lo que hicieron que mi locura fuese total y que en un momento a pesar de querer aguantar no pudiera más de calentura, y fuera gritándole- dámela… dámela papito…dámela mi amor… dámela toda papito… dámela… dámela mi amor…. dámela que por el culo no aguanto mucho papito… por el culo no aguanto mucho papito… por el culo no aguanto mi amor…. no… no… no papito… no aguanto más mi amor… no puedo mas papito… no aguanto papito… por favor que cogida que estás dando por el culo mi amor… que hermoso… que hermosura mi amor… no aguanto mas papito… por favor… por favor métemela toda papito… papito… papito… métemela toda… toda papito… toda mi amor…. rómpeme… rómpeme toda…. rómpeme toda papito… rómpelo…. rómpelo… rómpelo mi amor que te doy leche papito…. te doy leche… te doy toda mi leche papito…!!
Mientras Oscar totalmente sacado escuchándome tan puta pedirle pija fue dándome terribles pijazos los que me hicieron explotar totalmente y acabé como yegua, gimiendo, gritando todo tipo de barbaridades, siendo muy boca sucia, y según mi marido nunca antes me escuchó tan boca sucia, pero esa ves fue tanta mi calentura, tanto tiempo sin comerme semejante vergón, que me perdí en tiempo y espacio y mi delirio fue infernal, tanta fue mi locura que estuve cogiendo con Oscar hasta muy tarde de la noche, y el guacho del amigo se aprovechó de mi calentura para cogerme todo el tiempo que quiso y hacerme acabar una infinidad de veces, cuando terminamos de coger estaba totalmente destrozada, pero mi goce infernal superó todo, todo, y mucho más ver a mi marido tan loco de calentura filmando y sacando fotitos de ese momento y especialmente por semejante regalito sorpresa que le di, fue tal el regalito, que sirvió para que volvamos a coger como no lo hacíamos un buen tiempo…. Y creo que sirvió y valió la pena darle este regalito sorpresa!!
Besitos de Damisela. Por ahí les dejo algunas de las fotitos de ese dia! MI correo: [Correo visible para usuarios registrados]
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